CINTAS DE RAP QUE ME HICIERON GIRAR.
No hace mucho escribí un pequeño resumen sobre la llegada de la música a mi vida, las primeras canciones que recuerdo haber escuchado y los grupos que me marcaron como buen adolescente cuando las camisetas favoritas eran las que llevaban el nombre de alguna banda. Hablé sobre el Rock y el Pop de mi propia banda sonora, pero es cierto que me quedaba por explicar qué papel ha tenido el Rap en todo esto y por qué en cierta medida está presente en mi música.

Mientras yo le pasaba cintas de Smashing a un amigo, el me pasaba las de algunos grupos americanos de rap. En aquella época yo tocaba como pasatiempo en un grupo de amigos, intentábamos sonar a algo tipo Red Hot, y a consecuencia de lo que escuchaba en aquellos discos, empecé a meter algunos trozos "rapeados" en los temas a pesar de que nunca me planteé hacer canciones de rap. Empezó a ser difícil que todos coincidiéramos para ensayar y fue entonces cuando mi colega me propuso hacer algunos temas rapeados, ya que era imposible avanzar con la banda. 

Había hecho alguna canción de broma con mi hermana, pero a partir de entonces fui grabando cosas y cuando alguna me gustaba, la dejaba caer por internet. Por allí empezaron a ofrecerme producciones varios chicos con los que haría muchas canciones en un futuro, como Tki (Apaga las luces, 7 años depués), Sre (Tristura, 5 años después) o Gray y Zil, que me acompañaría como Dj más adelante. Creo que la clave fue escribir letras sin pensar que aquello era rap, como las podía escribir en un grupo de rock. Era un género aun algo virgen en España y tenía la sensación de hacer algo que nadie más estaba haciendo. El primer concierto lo di en Girona, y allí se fijó en mi Metro, el cual me echó algún cable más adelante y del que guardo un gran recuerdo. Durante esa época comencé a tocar bastante en todo tipo de sitios extraños, casas ocupas y salas que no sonaban. A día de hoy, cuando piso el escenario de alguna sala mítica, recuerdo los antros por los que he pasado.

A una de las primeras jams que asistí, fui con unos amigos y me animaron a subir al "micro libre", improvisé como siempre hacia, ya que era algo que no hacia a penas nadie y que me había hecho popular en las plazas de Gracia. Allí unos críos que se llamaban Al Compás del tiempo y que eran como una marca blanca de Falsalarma, me mostraron el lado del rap que me faltaba por conocer. Había cometido el grave error de no ir rapado, "te vamos a quemar el pelo". Muchos "músicos de rap" me odiaron por ello y ese odio nunca me perdió de vista, aun a día de hoy, unos diez años después, hay raperos llamándome maricón desde esa cultura que comercializaba sudaderas en las que ponía "respeto".

Ese género me trajo bastante fama, en el 2002 era un niño y mi maqueta se vendía en una tienda de Barcelona, flipé cuando en un concierto vino gente con ella para que se la firmara, pensé que era de broma. Un día, en época de exámenes, llamaron a mi casa y yo estaba durmiendo una siesta, lo cogí completamente dormido y era Víctor de la discográfica Avoid que me ofrecía ir a Madrid a grabar un disco, lógicamente también me pensé que era broma, yo nunca me planteé mandar mis canciones a ninguna discográfica, pero era verdad.

El disco nunca se terminó de grabar porque la discográfica cerró, lo cual me decepcionó un poco e hizo que me centrase más en los estudios al ver que ese sueño de la música iba a ser difícil, pero al cabo de poco tiempo otra discográfica me propuso sacar definitivamente lo que sería "El Presidente de los Estados de Animo". Con este disco hice cosas que nunca había soñado, pero también vi como amigos en vez de alegrarse por mi, comenzaban a ponerme verde.

Lo peor fue descubrir a uno de los amigos que veía casi a diario, despotricando con una identidad falsa en un famoso foro de internet y en vídeos de Youtube. En aquel momento pensé en el contraste tan grande entre el mundo de la música en general y el del rap, entendí por que nunca los había podido mezclar, tal vez eran mundos que no se querían. Decidí pensar únicamente en el que a mi me hacia feliz y me permitía hacer la música como quisiera. Eso me hizo olvidar que cantar estribillos estaba prohibido y volvió a despertarme el interés de formar una banda y poner melodía a mis canciones, como había hecho los días que empecé con la música y como había seguido intentando en casi secreto todo aquel tiempo, con algunos proyectos de banda paralelos. El hecho de que mis canciones comenzasen a sonar a otra cosa, fue trayendo cada vez a gente más parecida a mi y a mis gustos e influencias. A partir de entonces he ido sintiendo una empatía mayor con el público y nunca más he pensado eso de no hacer algo en la música porque está mal visto, lo que me ha permitido ser completamente libre y lo mas importante, sentirme absolutamente identificado con mis canciones y su música.

A día de hoy hay algunos discos americanos que me encantan, pero siempre seguí escuchando la musica que a mi me gustaba. Siempre supe que algún día podría sacar un disco como Ciencias Celestes y como los que están por venir.